Por segunda vez en este blog tenemos a Mark Manson. Un libro que empecé a leer con muchas ganas (dado lo mucho que me gustó el anterior). ¿Es igual de bueno este libro? Acompáñame en esta review. Espero que te sea útil (tanto como para comprarte el libro y leerlo como para no hacerlo)
‘Todo Está J*odido – Un Libro Sobre la Esperanza’. Así es como titula Manson su nuevo libro (estoy haciendo este resumen en noviembre’20). Curiosamente, no entendí bien la intención de este libro hasta bien entrada la segunda parte del mismo. No te fíes mucho de mi criterio en esta parte, mi comprensión lectora tampoco es para tirar cohetes, con lo que debo releer algunos apartados para entender bien que quiere transmitir el/la autor/a de un libro o artículo. Si no has leído el anterior libro de Manson, “El Sutil Arte de que (casi) Todo te Importe una Mi*rda”, te dejo aquí la reseña que hice del libro.
Antes de empezar con el análisis conviene matizar a qué se refiere Manson con lo de ‘esperanza’. Él mismo la define así:
“casi todos los académicos utilizan <esperanza> para expresar un sentimiento de optimismo; la expectativa o creencia en la posibilidad de que exista un resultado positivo. Yo me refiero a una motivación hacia algo que se percibe como valioso, lo que a veces se describe como <propósito> o <significado> en la literatura académica”
Si hubiera entendido esto desde un inicio, creo que hubiera comprendido mejor muchas de las aportaciones que se hacen este libro. Es por esto que me ha parecido interesante empezar con esa premisa.
Sin más ¡empecemos!
Índice de Contenidos
Primera Parte
El libro empieza, como suele ser costumbre en Manson, contando una historia que protagoniza algún/a personaje histórico. En este caso, el turno es para Witold Pilecky: la primera persona que alertó al mundo sobre el Holocausto. Y no desde una oficina, no, sino desde los propios interiores del campo de concentración de Auschwitz (probablemente, la única persona de la historia que entró a voluntad en un infierno de tal magnitud).
La premisa es clara. Historias como las de Pilecky nos dan esperanza, nos inspiran. Nos hacen preguntarnos ‘¿qué es lo que he hecho hoy’? Una pregunta importante en una época donde todos/as somos críticos de sofá y donde debatimos en Twitter sobre temas que desconocemos.
Manson concluye diciendo que: “la heroicidad no es sólo cuestión de ser valiente, tener agallas o ser astuto. No. Ser heroico es poseer la habilidad para conjurar esperanza allí donde no la hay”.
La Esperanza
Es el motor del libro (uno de ellos al menos). Te en cuenta el concepto que Manson tiene de esperanza para poder entender todo lo que viene. Esa esperanza es una historia que nuestra mente elabora cada mañana para que el hecho de levantarse merezca la pena. Y es que algo ha de importarnos porque, de no ser así, no habría razón para seguir viviendo. Es por eso que, en este libro, se nos recalca que lo contrario a la felicidad NO es la tristeza. Lo contrario a la felicidad es la DESESPERANZA.
Y si, la esperanza, según Manson, es nuestro ‘propósito’ o ‘significado’, la desesperanza es todo lo contrario; la pérdida de la esperanza. Un horizonte gris e infinito de resignación e indiferencia. La convicción de que todo está j*dido (de ahí, el título del libro). Este libro trata de hacernos RECUPERAR la esperanza, pese a que solemos tener la tendencia a verlo todo (o parte del todo) como un espectro de gris tirando a negro.
Y esa es la parte más difícil: encontrar por ti mismo/a ese discurso de esperanza que te dé la sensación de tener un propósito. Para Manso, por ejemplo, escribir este libro ha sido su ‘propósito’ durante un tiempo; algo que le hacía levantarse por las mañanas y que conseguía que su vida le emocionara.
Para construir ese discurso de esperanza (cada uno tendrá el suyo y, de hecho, variará con el paso de los acontecimientos y circunstancias personales), lo importante, según Manson, es “enfrentarse a la verdad incómoda”. Y esto, ¿qué es exactamente? Manson lo define con esta frase:
Y esta en la forma en la que se nos dice en este libro que la ‘esperanza’, dentro del concepto que maneja Manson de ella, no sólo es la forma en la que podemos pensar que nos espera algo mejor en el futuro, sino que, además, es posible salir ahí fuera y conseguir ese algo.
Y es importante entender este concepto para poder dar sentido a todo el resto del libro, que se centra en hablarnos del poco ‘propósito’ o ‘significado’ (esperanza) que parece tener mucha gente hoy día, en un mundo donde reinan las distracciones, la satisfacción por el ahora y la motivación de hacer las cosas sólo por una razón: “porque me hace sentir bien”.
- Control: significa que controlamos nuestra propia vida, que podemos influir en nuestro destino, que somos RESPONSABLES de lo que hacemos y cómo lo hacemos.
- Valor: significa que algo nos parezca lo suficientemente importante como para esforzarnos, algo mejor por lo que merece la pena luchar.
- Comunidad: significa que formamos parte de un grupo que valora las mismas cosas que nosotros y se esfuerza por conseguir esas cosas.
Sin una COMUNIDAD, nos sentimos aislados, y nuestros VALORES dejan de tener sentido, Sin valores, nos parece que no merece la pena luchar por nada. Y, sin CONTROL, nos sentimos incapaces de perseguir una meta, presos/as de las circunstancias. Si pierdes una de las tres, pierdes las otras dos.
Y así es como, según Manson, se construye la ESPERANZA.
El Coche de la Conciencia
Me detengo en esta parte del libro para exponer un concepto clave (y que se repite una y otra vez) a lo largo de este libro: la idea de que tenemos dos cerebros y que nuestras acciones depende de cómo se comunican entre ellos.
Este concepto no es nada nuevo. Es una adaptación de lo que comenta el psicólogo Jonathan Haidt en su libro ‘La Hipótesis de la Felicidad’.
Nuestra parte ‘racional’ es el jinete. Es quién toma las riendas y piensa dónde ir. La otra parte, la ’emocional’, es el elefante. A veces da igual cuanto empeño ponga el jinete, porque el elefante es más fuerte y acabará yendo donde quiera ir.
Este amigable dúo entre jinete y elefante es la propuesta de Jonathan Haidt para entender el comportamiento humano, y lo que hace Manson es hablarnos de lo mismo pero sustituyendo al jinete por un cerebro racional y al elefante por un cerebro emocional. Ambos van montados en un coche, circulando por la carretera de la vida y, dependiendo de quien tome el volante, nuestras acciones irán hacia un sentido u otro.
No voy a hacer mucho hincapié en esto, ya que es un concepto conocido. Para Manson, el cerebro racional es meticuloso, preciso e imparcial. Es metódico pero lento. Requiere mucho esfuerzo y energía, debe desarrollarse con el tiempo (como un músculo) y se fatiga rápidamente si trabaja demasiado. En cambio, el cerebro emocional es muy rápido y trabaja sin esfuerzo. Es impreciso, irracional y tiende a reaccionar de forma exagerada.
En el libro se nos expone algo claramente; todos/as pensamos que nuestro ‘Coche de la Conciencia’ está siempre conducido por nuestro cerebro racional, y que es el cerebro emocional quien va de copiloto… pero nada más lejos de la realidad. Para Manson, es el cerebro de emocional quien SIEMPRE lleva el volante. Según él, esto sucede porque “nos ponemos en acción sólo mediante la emoción, porque la acción es emoción”.
Así, a la pregunta: ¿por qué no hacemos las cosas que sabemos que deberíamos estar haciendo?, Manson nos responde con una frase tajante: “PORQUE NO NOS APETECE”
Así, si es el cerebro emocional quien conduce, es el cerebro racional quien lleva ‘el mapa’. Ambos se necesitan: el cerebro emocional genera las emociones que nos hacen entrar en acción y el cerebro raciona, en base a sus mapas, sugiere hacia dónde se debe dirigir esa acción. Aunque el cerebro racional no es capaz de controlar al cerebro emocional, sí puede influir en él.
Una vez más, nada nuevo en el discurso de Manson, ya que Haidt, mucho tiempo antes, ya habla sobre esta dualidad y la capacidad del jinete para influir/domar al elefante. En su libro ‘La Hipótesis de la Felicidad’, Haidt propone tres formas de hacer esto, y son:
- Dirige al Jinete.
- Motiva al Elefante.
- Dale Forma al Camino (modifica el entorno para facilitar el cambio)
Para Haidt, “el cambio no es un evento, sino un proceso”.
Segunda Parte
Desde la página 43 hasta la página 129 el libro es, en mi opinión, bastante aburrido. Podrías saltarte toda esa parte y empezar directamente con la segunda parte del libro (pag.129) que entenderías perfectamente el objetivo de la lectura y no te perderías nada relevante (una vez más, esta es sólo mi opinión).
Y, si la primera parte se centraba en definir el concepto de ‘esperanza’, explicarnos como funciona nuestro cerebro y cómo podemos establecer ese ‘propósito’, la segunda parte es un análisis del mundo moderno y por qué, según Manson, hay muchas cosas j*didas en él.
Jerarquía de Valores
¿Se acuerdan cuando…? les comentaba más arriba que para forjar esa ‘esperanza’, uno de los pilares era tener unos firmes valores (algo nos parezca lo suficientemente importante como para esforzarnos, algo mejor por lo que merece la pena luchar). Pues de eso justamente trata el inicio de la segunda parte del libro: “de cómo construimos nuestra jerarquía de valores”.
Un niño sólo piensa en su propio placer (satisfacción de sus necesidades), mientras que un adolescente navega entre dos aguas: aprende a trabajar bajo ciertas reglas aunque su fin, en muchas ocasiones, sigue siendo la búsqueda del placer (aun busca la validación de su entorno, la aprobación o la mera satisfacción), mientras que un adulto es capaz (o debería serlo) de rehuir su propio placer en beneficio de poner por delante sus PRIORIDADES (que son las acciones que definen su ‘propósito’).
Ser adulto, por lo tanto, significa desarrollar la capacidad de hacer lo correcto por la simple razón de que sabemos que es lo correcto. Sin más.
El ‘problema’ surge cuando NO crecemos. Cuando nos convertimos en adultos cuyo único fin es satisfacer la necesidad de placer sin la habilidad de ‘hacer lo correcto porque sabemos que es lo correcto’. Como te habrás dado cuenta, Manson se dirige claramente en este capítulo a un modelo social actual donde se prioriza la satisfacción del YA… ese horizonte gris, del que te hablaba antes, donde NO hay ‘propósito’, no hay ‘esperanza’ y, por lo tanto, hay DESESPERANZA. Si recuerdas el concepto de Manson sobre la desesperanza, esta no es más que la manifestación de la infelicidad. Y es esta infelicidad sustentada en la ausencia de ‘propósito’ la que genera que muchas personas vivan constantemente a caballo entre ‘sus obligaciones’ y la necesidad de aliviar estas con la práctica de hábitos que, aunque consumen su tiempo, son efímeros, proporcionando una satisfacción momentánea, no duradera.
Si habéis leído la review que hice del libro de Stephen Covey – ‘Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva’, es lo que Covey llama “vivir entre el cuadrante 1 y el cuadrante 4” en su conocida Matriz del Tiempo.
Para Manson, es como si la vida siempre estuviera oscilando en un nivel siete de felicidad. Aquí es donde nuestro cerebro emocional (¿se acuerdan?) nos dice: “mira, si pudiera tener un poco más, por fin llegaría al 10 y me quedaría allí”
Casi todos/as nosotros/as vivimos de es forma, según Manson, persiguiendo de manera constante nuestro 10 imaginado. En otras palabras, da igual que el día esté soleado, nuestra mente siempre encontrará alguna nube en el cielo como para sentirse decepcionada con algo. Y esto sucede porque cuando nuestra vida ‘mejora en algo’ (nos acercamos al 10), nuestras expectativas cambian y volvemos a sentirnos moderadamente insatisfechos/as (volvemos al 7). Esto es algo que todos/as podemos identificar en nuestra vida ¿no? Pasamos muy poco tiempo celebrando los éxitos conseguidos y, de forma inmediata, estamos ya pensando en qué podemos hacer para tener de nuevo ese 10 que se ha alejado de nuevo.
La diferencia aquí, en mi opinión, es en qué aspectos son los que guían nuestras motivaciones. En mi caso personal, he terminado el TSD hace poco (ese era mi 10 hace unos meses) y, ahora, el siguiente paso es el Grado Universitario. Si, me genera incomodidad, frustración y esfuerzo, pero es una búsqueda de ese ‘nuevo 10’ que, en mi caso personal, percibo como positiva, y que está ligada a mi ‘propósito’. Otra cosa muy diferente sería si mi búsqueda constante del 10 se centrara solamente en cubrir mi necesidad de placer en base a hábitos poco productivos, como pasar varias horas al día viendo televisión o gastar constantemente dinero en ropa innecesaria (este tipo de cosas son las que, bajo mi punto de vista, son superficiales y, en definitiva, una pérdida de tiempo y recursos).
La Búsqueda de la Felicidad es un Valor Tóxico
Y, cuando pensabas que ya tenías claro el objetivo de este libro, viene Manson a decirnos, 150 páginas después de haber empezado el libro que “el problema está en la búsqueda de la felicidad”
¿Cómo? ¿Qué me he perdido?… Te explico.
Para Manson, eso de ‘buscar la felicidad‘ es un valor del mundo moderno. Y no tenemos que irnos hasta el Paleolítico para ver como vivían nuestros antepasados. Seguramente tenemos ejemplos mucho más cerca. Apuesto a que ni a tus abuelos/as ni a los/as mías les importaba mucho eso de la ‘productividad personal’, la ‘eficiencia en la gestión del tiempo’ o, simplemente, tener el último dispositivo electrónico de moda.
Evidentemente NO. Y el por qué es muy fácil de identificar: no había posibilidad de elección. No existía la amplia variedad de hoy en la elección posible en la toma de una decisión.
Probablemente, tanto a tus abuelos/as como a los míos/as, lo que les importaba era tener buena salud para poder trabajar de por vida en el mismo sitio y gozar de un plato de comida en la mesa cada día. Nada más. Y estaba bien, porque fue el contexto en el que les tocó vivir.
Pero ese contexto ha cambiado. Y mucho.
Por eso Manson nos dice ahora que esa ‘esperanza’, ese ‘propósito’… puede ser, en NUESTRO CONTEXTO MODERNO, contraproducente: “da igual lo que consigamos, no importa la paz y la prosperidad que hallemos, nuestra mente ajustará rápidamente sus expectativas para mantener una sensación constante de adversidad”
Por lo tanto, ‘la búsqueda de la felicidad’ es, intrínsecamente imposible. Es como intentar atrapar una zanahoria colgada de un cordel atado a un palo pegado a nuestra espalda. Cuanto más avances, más tendrás que avanzar. Entonces, de forma paradójica, buscar la felicidad hace que esta sea más inalcanzable.
¿La Solución? La Antifragilidad
Y fue en esta recta final del libro donde entendí qué quería decir exactamente Manson con su escritura. En esta última parte nos introduce el concepto de ‘antifragilidad’, enunciado en 2011 por Nassim Taleb.
Podríamos definir la antifragilidad como la capacidad que tienen algunos sistemas de volverse más fuertes bajo la presión de fuerzas externas.
Un poco lío, ¿no? Mira la imagen de abajo. Creo que es un ejemplo con el que vas a entender perfectamente que significa este concepto.
Así como el estímulo mecánico generado por el entrenamiento de fuerza se percibe por nuestro músculo esquelético como una ‘agresión’, es este propio estímulo el que va a generar las adaptaciones necesarias para que ese músculo se adapte, crezca, sea más fuerte, más sano y más funcional. Ahí tienes el concepto de ‘antifrágil’ explicado: el hecho de exponernos a la incomodidad y lidiar con ella determinará cuan ‘frágiles’ o ‘antifrágiles’ somos. Aplica este concepto a cualquier ámbito de la vida.
Pues en nuestro contexto moderno, nuestra mente, al igual que nuestros músculos, puede ser ‘antifrágil’ o ‘frágil’, dependiendo de como la uses.
Cuando evitamos constantemente la incomodidad, el estrés, el caos o el desorden nos volvemos frágiles. Es como ‘mirar hacia otro lado’.
En cambio, cuando nos enfrentamos a la incomodidad, nuestra mente se pone a trabajar para obtener soluciones, deduciendo principios y modelos mentales. Y esto se llama APRENDIZAJE. Y nos hace mejores.
¿Elegirás la antifragilidad? ¿o tomarás el camino cómodo y conocido de la fragilidad? Según Manson: “todo lo que hagas, todo lo que seas y todo lo que te importe no es más que un reflejo constante de esta decisión”.
La Razón de que Todo Esté J*dido
Si has comprendido bien el concepto de ‘antifragilidad’, te darás cuenta rápidamente de por qué Manson le ha puesto ese título al libro.
En el mundo moderno, nuestra tolerancia a la incomodidad va disminuyendo. Esta disminución no sólo nos aleja del APRENDIZAJE, sino que aumenta la cantidad de fragilidad emocional. Y aquí es donde entran en juego las DISTRACCIONES.
Una DISTRACCIÓN no es más que una anestesia para la incomodidad, una forma de evitarla. Nuevamente, de ‘mirar hacia otro lado’. Y como cualquier anestesia, no funciona para eliminar el dolor, únicamente lo retrasa y, con frecuencia, lo empeora. Cuanto más anestesies la incomodidad, peor se vuelve cuando pasen sus efectos. ¿La solución? Seguir anestesiándolo. Es en este punto en el que perdemos el control de nosotros/as mismos.
Directamente, nuestro cerebro emocional ha encerrado a nuestro cerebro racional en el maletero del ‘Coche de la Conciencia’. Maniatado, y sin la posibilidad de influir sobre nuestro cerebro emocional, este pilla el coche y directamente se salta cualquier norma de tráfico. Va sin control.
En nuestra cultura actual, la carrera de las empresas consiste en averiguar cómo AUMENTAR las distracciones de maneras nuevas constantemente y más eficientes. La tecnología de la comodidad (en cualquier ámbito) posibilita que tengamos la sensación de ‘poder tener cualquier cosa’. Y lo que es peor, es muy fácil obtener según que distracciones sin que suponga el mínimo esfuerzo posible para nosotros.
Puedes vivir sin hacer ejercicio físico, claro. No es algo que percibas como negativo en este momento. No hay un ‘medidor de ejercicio’ que tengas que rellenar cada día. La mala noticia es que, debido a esa falta de incomodidad a la hora de exponer a tus músculos a una carga externa que los haga mejorar, tu salud se va a resentir más tarde o más temprano. No es una posibilidad. Es un HECHO.
La tecnología sólo nos da lo que queremos. Además nos lo da más rápido y de formas más eficaces cada vez. ¿El problema es la tecnología? NO. Para Manson: “el problema es que lo que queremos es una m*erda”.
Internet, por ejemplo, fue una gran innovación en su momento. ¿Ha mejorado nuestra vida? Podríamos decir que si. El problema es que una de las mayores innovaciones de nuestro tiempo se ha transformado en nuestra mayor DISTRACCIÓN.
¿Y qué sucede cuando nos ‘avasallan’ a distracciones?
Básicamente, cuatro cosas:
- Nos volvemos cada vez más frágiles: nos obsesionamos con la comodidad y el placer. Cualquier posible pérdida de ese placer nos resulta tremendamente injusta (echa un vistazo a Twitter, está repleto de eso).
- Nos volvemos propensos a una serie de comportamientos adictivos de bajo nivel: ¿cuántas veces miras tu teléfono móvil al día? ¿cuántas series has visto ya de Netflix?
- Nos volvemos incapaces para identificar, tolerar o buscar la incomodidad. Esto es lo contrario a ser libre.
- Sufrimos la ‘Paradoja de la Elección’: cuantas más opciones nos dan, menos satisfechos estaremos con la opción que hemos elegido, pensando en todas las que pudimos haber elegido.
Y es en este último punto donde voy a cerrar ya esta revisión de este libro (que está quedando algo larga), porque Manson expone lo que, a mi parecer, es lo mejor del libro:
“La variedad NO es libertad”
Tener más cosas no nos hace más libres, sino que nos aprisiona con la ansiedad de preguntarnos si escogimos bien o podríamos haberlo hecho ‘mejor’. Cuantas más opciones tenemos, cuanta más variedad nos ponen delante, más difícil resulta elegir, sacrificar y concentrarse. Y, en nuestra modelo social actual, este dilema se ve a diario.
Para Manson, la única forma de libertad real surge de la autolimitación. No es un privilegio poder elegir todo lo que quieres en la vida. Éste más bien reside en la opción que tienes para elegir RENUNCIAR a según que cosas. El placer nunca dura, la variedad pierde su significado, pero siempre puedes elegir aquello a lo que estás dispuesto a renunciar.
Ser más libre significa saber elegir qué limitaciones quieres imponerte a ti mismo/a (elegir unas cosas, renunciar a otras). Son esas limitaciones las que te harán libre, porque liberarán tu tiempo, tu atención y tu poder de elección.
En definitiva, la libertad más significativa que podemos experimentar es aquella que se forja en base a los compromisos que queremos adoptar.
“Lo único que tienen en común todas nuestras elecciones fallidas… somos nosotros/as mismos/as”
Manson concluye su reflexión en esta última parte del libro contándonos lo siguiente: “no tengas esperanza en algo mejor. Simplemente, sé mejor”.
Mi Opinión Personal
Seré Breve.
Si tengo que elegir entre los dos libros que he leído de Mark Manson, y siendo honesto, a mitad de este libro pensé que me quedaba con el primero (“El Sutil Arte de que (casi) Todo te Importe una Mi*rda”, del que hice también su review) indudablemente pero, a medida que iba avanzando en este libro, me iba dando cuenta del mensaje real que escondía el mismo. Fue casi llegando al final cuando entendí bien el mensaje que el autor quería expresar, con lo que no podría decidirme ahora mismo por uno de los dos libros.
Lo que es cierto es que Mark Manson tiene una forma muy peculiar de escribir que engancha (al menos a mi) y consigue que conectes rápidamente con su forma de ver el mundo.
También es cierto que hay ciertas partes de este libro que son más aburridas pero, en el cómputo global, tengo que reconocer que me ha gustado bastante. Sin duda, Manson es un autor que no deja indiferente a nadie.
Espero que les haya gustado esta review. Me gustaría que me dejaran su feedback en comentarios para poder mejorar estos artículos de análisis de libros y también pueden dejarme sus recomendaciones de libros. Me gusta mucho esta sección del blog (creo que, actualmente, la que más).
¡Hasta la próxima!
4 comentarios
Hola, me ha gustado bastante la review del libro. En que orden recomiendas leer los dos libros de este autor?
¡Hola Jaime!
Muchas gracias por tu valoración.
En mi opinión, podrías leer primero ‘El Sutil Arte de que (casi) Todo te Importe una M*erda’, para así conocer un poco la forma de interpretar la realidad que tiene Manson. No es que ambos libros tengan relación, pero creo que se entiende mejor su segundo libro leyendo antes el primero (bueno, exactamente sería su tercer libro, dado que tiene otro, ‘Models’, pero de temática algo diferente y que no he leído).
Espero que mi respuesta te sirva de ayuda.
Un saludo!
Hola Darío, te sigo mucho en instagram.
Lo primero felicitarte porque me gusta mucho tu contenido y como lo sintetizas todo y lo expones de forma sencilla, algo que francamente a mi me cuesta mucho hacer.
Me ha parecido interesante la reseña del libro y los añado (tanto este como el anterior del mismo autor) a mi lista de pendientes.
Lo que cuentas sobre el “jinete y el elefante” o los dos cerebros, tiene mucha relación con las teorías del psicólogo Daniel Kahneman. Él habla de “sistema 1 y sistema 2” . En el libro Pensar rápido, pensar despacio, expone toda su teoría sobre este tema. Lo estoy leyendo , no se si lo conoces pero a lo mejor te puede interesar.
Aún no lo he terminado, es un poco largo y con muchos ejemplos de sus investugaciones y demás, pero a mi me está gustando y sobretodo sorprendiendo como funciona nuestra mente ante la toma de decisiones y la cantidad de sesgos que pueden afectarnos.
Un saludo, gracias por divulgar .
Muchas gracias Sheila por tu recomendación. Tengo pendiente leer ese libro que comentas, ya que todo lo referido al funcionamiento consciente e inconsciente del cerebro me parece super interesante.